Hola Humano,

Bienvenido a un cortodocumental de MarginalMedia.

¿Qué tipo de injusticia social nos queda por denunciar dentro de esta serie “Los Lugares Más Horribles del Mundo”? ¿Barrios marginales donde vive gente en situación de pobreza y vulnerabilidad? Vamos a ver tenemos Dharavi en Bombai, India; Petare en Caracas, Venezuela; la Villa 1 11 14 en Ciudad de Buenos Aires, Argentina; Kowloon en Hong Kong; Agbogblosh, en Accra, Ghana;

los campamentos de Antofagasta en Chile; las favelas de Rio de Janeiro en Brasil; el basurero de la zona 3 de ciudad de Guatemala, el Guasmo Sur de Guayaquil en Ecuador; La Colonia La Campanera en El Salvador, y El Cerro de San Cosme en Lima, Perú.

Sí, la temática de los barrios marginales ya la hemos tocado con anterioridad. Y la de los desalojos, puesto que algunos de estos barrios ya ni existen. Pero lo que no pensabamos ver es la paradoja de que las autoridades te echen de casa al mismo tiempo que te piden que te quedes en ella.

En estos tiempos de incertidumbre debido a la pandemia y a la exigencia de la cuarentena, lo que necesitamos son gobernantes resolutivos como Claudia López, alcaldesa de Bogotá, quien no hace mucho se expresaba así: (OIMOS)

Altos de la Estancia #YoMeQuedoEnCasa

Gracias a ti por tu petición, Samuel, es un placer atenderla.

¿A quién se le ocurre la genial iniciativa de proceder a desalojar a gente sin recursos de sus hogares en medio de una cuarentena? No se sabe, porque en esta ocasión nadie da la cara o alza la mano para decir: “fui yo”. Pero como escucharon decir a Samuel, acaba de ocurrir en Bogotá, en el Distrito Ciudad Bolivar, barrio: Altos de la Estancia. 

¿Quién ha dado la orden de desalojar y por qué ahora? Estas son las dos preguntas a las que buscamos respuesta en este corto documental.

Respuestas, que seguramente ha de tener la máxima responsable de la ciudad, la alcaldesa que prometió “que los más vulnerables tendría techo”; pero como ella no se ha molestado en aparecer anunciando y explicando este desalojo antes de ejecutarlo, pues ahora que una medida tan drástica levanta revuelo popular, tras ella aparece un largo rosario de funcionarios con el propósito de cubrirle las espaldas y darnos esa explicación. Asalariados de la alcaldía a los que en esta ocasión les ha tocado escenificar el dicho de que si la montaña no va a Mahoma, Mahoma va a la montaña. Dos semanas después de iniciar los desalojos, antes las protestas vecinales y el revuelo mediático causado, a este dedicado equipo de funcionarios le ha tocado el calvario de ascender hasta El Barrio de los Altos de La Estancia (que como su nombre indica queda en alto) para darnos la explicación que la alcaldesa se ha negado a dar.

Y ya que se tomaron el trabajo de subir hasta aquí, lo menos que hemos de hacer es prestar atención a lo que nos contaron sobre esta situación. Aunque parece que no todos querían posar para la foto de familia: al comandante operativo de Bogotá no aparecía, tal vez fuese el único del grupo que no cobre del ayuntamiento. Lo ignoro (OIMOS)

Respetamos el orden de los participantes en esta peculiar rueda de prensa porque es algo que, se nota, estaba pensado de antemano. Veamos.

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1- Tras la presentación del secretario de gobierno de Bogota el primero en hablar fue el Director del Instituto Distrital de Gestión de Riesgos. 

(OIMOS)

Y ya les sigo resumiendo yo su exhaustiva presentación. Los desalojos llevados a cabo son construcciones “invasivas” en una zona no apta para ser urbanizada por su alto riesgo de deslizamiento de tierras. Deslizamientos detectados desde 1997 y regularmente estudiados. Desde entonces la situación administrativa de la zona ha sido, tal como más tarde nos la contaba el secretario de gobierno de Bogotá (OIMOS). Si un desastre. Invasiones, desalojo de viviendas y reubicaciones ya han existido con anterioridad (OIMOS). 

Las obras de estabilización de tierras y disipadores de aguas que se aprecian vienen de 25.000 millones de pesos que se gastaron tras una intervención en 2008. Dada la imposibilidad de construir aquí desde ya años se pretende que esto sea un gran parque y una zona de recreación que buena falta le hace a la zona sur de la capital. La construcción del gran parque hasta ahora se ha quedado en poco y parece que ha sido usada más con propósitos electoralistas que tomada en serio. Fue hace sólo poco más de un año que Enrique Peñalosa, el entonces alcalde de Bogotá inauguro lo que era la primera fase de 5. Aquella inaguración fue polémica. Vecinos del barrio recriminaron a Peñalosa el escaso interés que mostraba por sus asuntos y en cuanto al parque haber hecho poco, tarde y haberlo hecho por ya tener fondos reservados para ello de la administración del alcalde anterior Gustavo Petro. (OIMOS)

Polemicas partidistas aparte, lo que resulta claro es que tal como apunta el Director del Instituto Distrital de Gestión Riesgos este terreno no es apropiado para ser habitado, de ser así una tragedia puede ocurrir en cualquier momento, como ya ha ocurrido en el pasado. Pero, siendo esa la situación desde hace más de 20 años y habiendo sido invadido y desalojado en numerosas ocasiones, nuestras preguntas no obtienen respuesta. ¿Por qué desalojar ahora precisamente? ¿No podían esperar un poco más? ¿Es que hay que crear una tragedia en las vidas de esta gente para convencerles que les están salvando de otra? ¿Quién ha ordenado hacer esto ahora? 

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2. El siguiente en hablar fue el Secretario Distrital de seguridad, a quien vemos acompañado de un representante de la Fiscalía General de la Nación. Y del comandante operativo de Bogotá. (OIMOS)

Desde el punto de vista de seguridad cívica, ya no se trata tanto de desalojos como de combatir la acción criminal de los tierreros, mafias que parcelan estas tierras y las venden a gente necesitada a la que engañan. Mafias que llevan actuando, como ustedes oyeron decir al Secretario de Seguridad desde hace varios años. ¿Exactamente desde cuando?  (OIMOS) ¿Y cuál es la dimensión de este problema? (OIMOS TV) ¿Realmente el problema es tan extenso? (OIMOS) Pues queda claro el problema de fondo y la magnitud de éste, gracias Sr. Secretario. Pero cuanto más grande y duradero es el problema menos entiendo la necesidad de echar a un grupo de familias vulnerables de sus cambuches precisamente ahora en el momento en que más les va a afectar a ellos, no a las mafias. ¿Cómo ayuda a esta investigación el hecho de echar a esta gente a la calle ahora? (OIMOS) No entiendo. O sea, que si nos les echan de sus hogares esta gente no va a hablar con la autoridad de quienes fueron quienes les engañaron. ¿Tiene que echarles primero, para que luego puedan dialogar? Pues no me lo creo. 

Cómo tampoco me creo que todos los terrenos invadidos sean víctimas de los tierreros. (OIMOS. 2)

Parece obvio que tras este asunto hay mayor propósito que el de combatir a los tierreros, pues no tiene sentido combatir la injusticia del crimen organizado, con la injusticia de dejar a esta gente sin casa. ¿Por qué desalojar a esta gente ahora? ¿Quién dio la orden? Inconcebible pensar que si la orden hubiese salido de una fiscalía o un departamento de justicia, el funcionario ejecutor hubiese cometido el error de presentarse vestido así:  (VEMOS)

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3. A continuación, ya introducidos a los problemas de fondo que pudiesen motivar este desalojo, intervino el alcalde distrital de Ciudad Bolivar que pasó a contarnos cómo se habían producido los desalojos a partir del día 2 de mayo (OIMOS)

Corto al sr. Alcalde porque como ya sé, que sus palabras me han proveído más preguntas que respuestas, quiero ir compartiéndolas con ustedes antes de acumularlas todas para el final. Lo primero quiero invitar a todo el mundo, incluido al sr. Alcalde si algún día  llegase a ver este vídeo, a ponerse en el lugar de los habitantes de este cerro según la situación que el alcalde acaba de describir.

Imagine que está usted tranquilamente en su cambuche un sábado por la mañana, a lo mejor aún en la cama, y a las 6 de la mañana se le presentan unas personas que dicen ser “gestores de convivencia” y que le dicen que fuera, que abandonen sus hogares (OIMOS) 

La mañana pasa entre discusiones, y al mediodía aparece el alcalde, para como, él mismo dice, “proceder con el operativo”. Al Sr Alcalde se le llena la boca con la palabra “dialogo”, pero cuanto más la usa más parece éste un caso de “dime de que presumes y te diré de qué careces”. Aquí no hay diálogo. La suerte de los habitantes de este predio en Altos de la Estancia está echada. El Sr. Alcalde no está siguiendo más que los pasos ya estipulados, para “proceder con el operativo”. La presencia del personero, la apariencia de “dialogo”, no son mas que pasos burocráticos porque (OIMOS)

Cubrirse la espalda es importante Y caso de que las palabras del alcalde no sean lo suficientemente claras. Oigamos lo que la ejecutora que iba ordenando el derrumbe de cada cambuche iba diciéndole a sus moradores (OIMOS. 2)

(OIMOS ALCALDE)

Pues sí, en fin. Entendámonos señor alcalde, para usted, dialogar es que tuvo que aguantar el escuchar que “muchos habían invadido este terreno porque se habían quedado sin trabajo o les habían echado de los lugares que tuvieran arrendados. Pero eso usted lo ignoró porque ya tenía la información de que “aquí había organizaciones criminales que les habían organizado o les habían estafado” ¿Qué diferencia puede haber verdad? Entre alguien que pertenezca a una organización criminal y alguien que haya sido victima de una estafa de un grupo criminal. Todos al mismo saco.A usted le tocó escuchar historias de gente que habían ido a parar ahí por no tener otro lugar donde meterse “a pesar” de que ha usted ya le habían informado de que esto era un nido de criminales y que había que “proceder con el operativo”. ¡Pobre usted! Qué manera de que le arruinen un sábado con esta pérdida de tiempo

Algo más sí oyó usted Sr. Alcalde (OIMOS) No aceptaron su ofrecimiento de dejar sus viviendas y a cambio expresaron sus peticiones. Mire usted que peticiones tan descabelladas “que les censen (para tener un sitio al que pertenecer y aspirar a unos derechos) que les organicen (para sentirse parte de algo), y tiempo (tiempo para encontrar un lugar donde meterse y no quedarse a la intemperie). Pero como el riesgo de este lugar que ha sido ocupado y desocupado durante más de 20 años, y en el que estos funcionarios no han tenido inconveniente en entrar, es tan grande, pues ya lo escucharon del alcalde: “No podíamos permitir un día más en esta ocupación”. Miren al alcalde del distrito. ¿Ustedes piensan que este hombre es capaz de tomar esa decisión y desatar un operativo de esta magnitud?. Si el Sr. Alcalde nos hubiese contado a quien le ha oido esa frase: “No podemos permitir un día más esa ocupación”. Tendríamos la respuesta a una de nuestras preguntas: ¿Quién dio la orden?

Cuando diez minutos más tarde un periodista le pregunta al alcalde porque no existe un censo, el alcalde responde (OIMOS) No señor alcalde no hay un censo porque usted no ha hecho caso a quienes se lo pidieron, porque si va a demoler sus hogares no tiene intención de hacer censo alguno, para que la gente no puede venir luego a su alcaldía a reclamarle una cosa u otra. Y si dice que “muchos se retiraron voluntariamente” ¿porque al mismo tiempo anda pregonando que ellos se negaron?

Usted ofreció albergue a quienes abandonaran sus hogares. 

[OIMOS (3)] El Sr alcalde quiere ganar todas las batallas: la del apoyo a quienes quisieron irse y la de la represión policial del Escuadron Móvil antidisturbios contra quienes defendieron sus hogares. Vamos a ver qué pasó con quienes abandonaron sus cambuches bajo la promesa de un albergue: (OIMOS)

¿Cuanta gente había realmente aquí? Porque en boca del Sr alcalde hay mucha y muchísima gente por todos lados. Gente que no acepta ser desalojada, que decide irse… ¿Cuánta gente ha sido realmente desalojada?. 

- Pues desde esta televisión que menciona (OIMOS VARIOS)

4. La siguiente en hablar como parte de esta rueda de prensa para los medios fue la Subdirectora de Integración Social, que ya la oyeron 66 familias identificadas, de las cuales 44 habrían aceptado su apoyo y 38 niños a los que que habrían atendido. Alguno quedó con la mosca detrás de la oreja si esa atención no había sido mas que una excusa para sacarles de allí y poder derrumbarle su cambuche en el proceso (OIMOS)

5. Y Finalmente habló la Secretaria Distrital de Hábitat que volvió a reiterar lo que el director del Instituto de Riesgo ya había dicho: que este es un lugar peligroso para habitar lo mires por donde lo mires. 

Si el dos de mayo cuando “se procedió con el operativo”, había unos 350 lotes, de los los cuales 50% o 60% estaban solo marcados, vacíos, digamos que podría haber entre 150 y 200 familias por desalojar en este Cerro del Diamante  de Los Altos de la Estancia cuando el Escuadrón Móvil Antidisturbios actuó. ¿No es una actuación desmesurada? En fin, venían a lo que venían. Después de la actuación del ESMAD, según el alcalde, “muchísima gente se fue de manera voluntaria”. Quedarían esas 70 o 66 familias que la subdirectora de integración Social dijo atendieron. Más 30 o 40 que el secretario de Gobierno de Bogotá dijo aún quedaban por desalojar en el momento de esta rueda de prensa dos semanas después de iniciar “el operativo”.

Podemos considerar razonable pensar que quienes se fuesen tras la intervención de la fuerza pública o con su sola presencia serían esos criminales que le oímos mencionar al alcalde y al secretario distrital de seguridad y quienes tuviesen posibilidad de encontrar otro alojamiento, y que quienes quedaron aquí fueron quienes realmente no tenían otro sitio donde ir ni cuantas pendientes con la justicia. ?¿Por qué no escucharon realmente a esta gente? OIMOS 3/4)

¿Quien dio la orden de este desalojo? ¿Por qué ahora, en medio de esta pandemia? ¿Por qué “no se pudo permitir un día más esta ocupación” tal como dijo el alcalde de Ciudad Bolivar? ¿Quién tenía prisa y por qué?. El secretario de Gobierno de Bogotá ya nos dice quien les ha enviado aquí (OIMOS)

La ejecutora última de los desalojos, la que no atiende a razones, la que da la orden final de derrumbar cada cambuche ya se sabe que es una contratista de la alcaldía que cometió el error de presentarse así. ( pues tal como expreso el Secretario de Gobierno“Todos los funcionarios y contratistas que trabajan en Bogotá tienen la obligación de dar la cara, de identificarse y de garantizar que sus acciones sean vigiladas por la gente”.La mujer ya se ha disculpado por su error.

Una orden tal como esta no puede venir de un alcalde distrital que se contradice cada dos palabras. Una orden así, en medio de una pandemia, solo puede venir de un gobernante resolutivo como éste (OIMOS PRINCIPIO ALCALDESA)

¿Y por qué ahora? ¿Por qué la urgencia?

(OIMOS 2)

¿Un favor político? ¿Una venganza política? Si esta investigación sobre los tierreros va en serio, y así lo hace ver el secretario distrital de Seguridad, alguna o algunas figuras políticas están al caer. Figuras de tal relevancia que el desalojo de este predio les ha corrido prisa para recoger pruebas incriminatorias de algún tipo. Eso, o la historia de tierreros es una excusa para algún otro ajuste de cuentas político. En cualquier caso, las víctimas reales son quienes como resultado de un politiqueo un día tienen un lugar donde protegerse de las inclemencias del tiempo que pueden creer suyo y al día siguiente se ven bajo las estrellas, sin nada; escuchando a quienes han de velar por ellos decirles “que se queden en casa”

Hasta la próxima,

La Paz